Aunque en Cali, según la actual administración, la violencia juvenil se ha reducido, es clave que la ciudad tenga una verdadera política municipal de prevención en ese campo, ligada a otros factores como el empleo y la educación para ese tipo de población vulnerable.
El secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Alberto Rojas, señala que por fortuna el número de pandillas se ha reducido, aunque se quejó de la falta de mayores oportunidades por parte de las empresas a los jóvenes de las comunas más pobres.
Tenemos la intención de trabajar muy duro en el tema preventivo, aunque la historia de la violencia juvenil es más o menos la misma hoy. En las comunas 1,13, 14, 18, 20 y 21 en el oriente de la ciudad y en un grupo de comunas intermedias como las 8, 9, 10, 11 y 12 tradicionalmente ha habido problemas alrededor del tema de la juventud. Diría que en esas comunas los problemas han comenzado a ceder en sus indicadores de violencia, ya que su población comenzó a tener otro tipo de ofertas que la involucran en dinámicas resilientes para estos grupos juveniles.
En las comunas 3 y 4 ya se nota el acceso a una oferta de servicios educativos, sobre todo a nivel técnico y tecnológico. Eso contribuye a que esos grupos sociales tengan una ventana importante de oportunidades para mejorar sus capacidades e insertarse en la dinámica laboral.
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